El segundo párrafo del
documento aportado por Actúa está cargado de buenas intenciones que después
veremos en qué se convierten:
Justo después de este párrafo se incluyen una serie de puntos donde se define de verdad la propuesta de protocolo. La letra pequeña con la que todas las buenas intenciones del primer párrafo se convierten en papel mojado dejando en manos de la empresa cualquier decisión.
El primer punto de la
propuesta de protocolo indica (las negritas son nuestras): “Se respetarán los tiempos de descanso diario, semanal, permisos o
vacacional, tratando de evitar
comunicaciones profesionales una vez finalizada la jornada laboral”.
O sea, el protocolo no impide que la empresa se
comunique con un trabajador fuera de su jornada laboral, sino que apela a
la buena voluntad de la misma para que ‘trate de evitarlo’. Como decimos, esto
es papel mojado porque para la dirección de la empresa, cualquier comunicación
fuera del horario laboral será considerada como indispensable y algo que no se
puede evitar.
El segundo punto de la
propuesta dice: “Derecho a no responder a
ninguna comunicación, fuere cual fuere el medio utilizado (correo electrónico,
WhatsApp, teléfono, etc.), una vez finalizada su jornada laboral, salvo que concurran circunstancias de
causa de fuerza mayor que supongan un grave, inminente o evidente perjuicio empresarial o del negocio”.
De nuevo la letra pequeña invalida todo el texto
anterior del punto. ¿Quién decide qué es
un grave, inminente o evidente perjuicio
empresarial o del negocio? Si un cliente exige que se resuelva un
problema a las 10 de la noche porque si no van a rescindir el contrato con
everis, independientemente de la gravedad del asunto, que siendo everis una
empresa del sector TIC nunca tendrá la gravedad que pretenden hacernos creer
(no somos médicos ni bomberos), esto podría suponer un evidente perjuicio
empresarial. Por lo tanto, una vez más, nuestra
desconexión digital (al igual que el resto de nuestras condiciones de
trabajo), estaría supeditada a la
decisión y las exigencias del cliente. ¿De qué sirve entonces este
Protocolo de Desconexión Digital?
El tercer punto indica: “En el caso de ser inevitable una
comunicación, no se debe esperar una respuesta inmediata”.
Este punto es totalmente
contradictorio con respecto al anterior. Si existe un posible inminente perjuicio empresarial o del
negocio, ¿qué sentido tiene no esperar una respuesta inmediata? ¿Qué
significa inmediata? ¿Podría el trabajador responder al día siguiente en su
horario laboral? En ese caso ¿qué sentido tiene el protocolo?
El cuarto punto dice: “En caso de distintos husos horarios, se tratarán de mantener las
comunicaciones en los horarios de solape entre las distintas personas”.
De nuevo una declaración
de buenas intenciones que de nada sirve plasmar en un documento. Una vez más la
empresa podría tratar de imponer comunicaciones fuera del horario laboral de un
trabajador, alegando que es algo ineludible, a pesar de que su intención era
evitarlo, cumpliendo de esta forma un protocolo que no deja de ser una carta a
los reyes magos.
Como podemos ver, esta
propuesta de protocolo es un nuevo
intento de la empresa (a través de Actúa) de tener el control absoluto sobre nuestras condiciones de trabajo,
de seguir ahondando en nuestra explotación para seguir aumentando sus
beneficios, mientras que nosotros seguimos empobreciéndonos con salarios de
miseria, congelación salarial, horas extra, guardias ilegales, etc.
¿Y por qué trae la empresa al Comité este Protocolo de
Desconexión Digital que deja todo en manos de la dirección? Si leemos el
Artículo 88 de la “Ley Orgánica 3/2018,
de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos
digitales”, titulado “Derecho a la
desconexión digital en el ámbito laboral”, en su punto 2 dice: “Las modalidades de ejercicio de este
derecho atenderán a la naturaleza y objeto de la relación laboral, potenciarán
el derecho a la conciliación de la actividad laboral y la vida personal y familiar
y se sujetarán a lo establecido en la negociación
colectiva o, en su defecto, a lo
acordado entre la empresa y los representantes de los trabajadores”.
Toda esta estrategia se
engloba dentro de las modificaciones que la patronal quiere imponer en cuanto a
las relaciones laborales, con respecto al teletrabajo y a un nuevo marco
regulatorio que pretende convertirnos a
todos los trabajadores en una especie de autónomos (al estilo de los falsos
autónomos de plataformas como Glovo), algo que vemos como poco a poco van a
intentar colarnos de tapadillo, con conceptos que pretenden ocultar la
verdadera intención tal como puede verse en el correo enviado por la empresa el
pasado 6 de julio en el que nos adelantaban las medidas que la dirección
pretende implantar.
Conceptos como ‘entornos flexibles’, ‘racionalización de nuestro esfuerzo’, ‘organización personal’ o ‘trabajo asíncrono’, esconden las intenciones de everis con respecto a esta ‘nueva normalidad’, que de nueva no tiene nada y no es más que ahondar en la explotación y convertir el trabajo a destajo en algo habitual. Trabajar por objetivos, sin horarios, echando todas las horas que haga falta para completar las tareas, de forma ‘flexible’ y ‘asíncrona’.
Esto es lo que persiguen
la patronal y everis (entre otras empresas) con estas medidas para la ‘nueva normalidad’, y en esta estrategia
encaja esta propuesta de Protocolo de Desconexión que Actúa trajo en nombre de
la empresa al Pleno del Comité.
Desde CSC, ante este
nuevo intento de regalar los derechos de los trabajadores a la empresa,
propusimos en primer lugar el
aplazamiento de este punto para poder estudiar en profundidad el protocolo
y elaborar una propuesta consensuada por
todos los delegados del Comité. Ante la negativa por parte de Actúa, que
dando muchos rodeos y mareando la perdiz no quería aceptar dicho aplazamiento,
desde CSC propusimos entonces una
versión alternativa a la redacción traída por Actúa que al menos supusiera una protección al derecho a la desconexión
real de los trabajadores de everis.
En nuestra propuesta,
además de solicitar a la empresa la negociación del protocolo, los puntos del 1
al 4 quedarían modificados de esta forma:
Los ataques de la empresa a nuestros derechos con la excusa de la ‘nueva normalidad’ van a verse incrementados próximamente (como podemos comprobar con este caso o el intento de implantar guardias ilegales en el proyecto EPO). Por ello es más importante que nunca que los trabajadores estemos unidos y organizados bajo los principios del sindicalismo de clase.
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