Un año más la dirección de everis ha entregado al comité de empresa su propuesta de calendario laboral -para 2020 en este caso-, propuesta que, como todos los años, pretende implantar unilateralmente, pues este paso no es más que un mero trámite para la empresa que no tiene ninguna intención de escuchar a los trabajadores a través de sus representantes legales.
El calendario laboral de 2020 incluye información acerca de la jornada irregular (43 horas semanales) y la regular (40 horas semanales). Una vez contabilizados compensados, jornada intensiva y vacaciones, el calendario irregular supondrá una jornada laboral anual de 1797 horas, mientras que el regular supondrá una de 1800 horas.
Como puede comprobarse, everis ha apurado el máximo posible para acercarse al límite de 1800 horas que marca el convenio. Hay que recordar que esa cifra es tan sólo un límite máximo, no algo que haya que cumplir. Sería perfectamente legal trabajar 1600 horas anuales. De hecho, cada vez hay más empresas que empiezan a plantear reducir las jornadas semanales; incluso algunos países empiezan a plantear legislaciones al respecto.
En España, la empresa jienense Software DELSOL ha implantado una jornada laboral de 4 días semanales sin reducción de salarios, de forma que trabajan 36 horas en invierno y 28 horas en verano durante el periodo de jornada intensiva, trabajando de lunes a jueves, reconociendo la propia empresa que el trabajo sigue realizándose “al mismo ritmo de siempre”.
En Japón, Microsoft ha reducido la jornada a 2600 trabajadores implantando una jornada de 4 días semanales sin reducción de salario. Según los datos publicados por la propia empresa, la productividad de estos trabajadores ha aumentado un 39,9% al estar más descansados y concentrados. Igualmente la empresa ahorró un 23,1% en electricidad.
La empresa neozelandesa Perpetual Guardian también ha implantado una jornada laboral de 4 días semanales sin reducción de salarios, aumentando la productividad y reduciendo los niveles de estrés.
Y es que mientras que los consejeros del Ibex trabajan una media de 15,53 horas a la semana con salarios de 184.000 euros al año, en everis hay un gran número de trabajadores que realizan jornadas de 43 horas semanales por 12.600 euros al año.
La realidad es que trabajar 8 o 9 horas al día -o 10 en algunos casos gracias al pacto de CCOO y Actúa con la empresa- es perjudicial para la salud y genera más estrés y ansiedad. Según el Colegio Universitario de Londres, “las horas extra provocarían una mayor exposición al estrés, y al mismo tiempo nos mantendrían alejados de la familia y los amigos, lo que provocaría un sentimiento de soledad y abatimiento”. Y según la Universidad Laval, en Canadá, las largas jornadas de trabajo ocasionan que el trabajador, sin importar su esfuerzo, se sienta sobrepasado por el trabajo, provocándole frustración y desilusión profundas.
Y mientras aumenta el número de empresas que reducen la jornada laboral sin reducción de sueldo, everis sigue anclado en mantener los niveles de explotación laboral al máximo y su propaganda sobre innovación, sobre responsabilidad social y sobre “crear un ambiente saludable, motivador y comprometido” se queda en papel mojado.
Claro está que implantar jornadas reducidas sin pérdida de salario exige dos requisitos por parte de la empresa. El primero de ellos es renunciar a parte de los millonarios beneficios que la empresa obtiene a nuestra costa (109 millones de euros en el último año fiscal). El segundo es sentarse a negociar con los representantes legales de los trabajadores, algo a lo que la dirección viene negándose repetidamente, mostrando su verdadera cara autoritaria, y que lo único que le importa es ganar cada vez más y más a nuestra costa, y que nuestros derechos, nuestras condiciones de trabajo o nuestra salud para ella son sólo obstáculos para enriquecerse más.
En la Plataforma de Negociación para un Convenio de Empresa (PNCE) elaborada por CSC y aprobada por el comité de empresa en la pasada legislatura, ya planteábamos una jornada anual máxima de 1600 horas, con jornada semanal de 35, algo que muchos consideraban irrealizable, pero que la realidad está demostrando que es perfectamente asumible.
Pero no sólo se niega la empresa a negociar absolutamente nada sino que en numerosas ocasiones se salta las leyes en un intento por aumentar aún más si cabe la explotación. En el caso de los calendarios presentados, la jornada regular se plantea como una jornada de 40 horas semanales durante todo el año, incluyendo el mes de agosto, algo que va en contra del artículo 20.2 del Convenio Colectivo.
Desde CSC llevaremos al Comité de Empresa nuestro rechazo al calendario laboral planteado por la empresa por incumplimiento del convenio además de por ser el paradigma de la explotación laboral, convirtiendo a everis en la empresa del sector con jornadas más largas.
Pero para poder lograr que la empresa ceda y se siente a negociar una jornada laboral reducida además de otras mejoras en nuestras condiciones de trabajo, dentro del marco de negociación de un Convenio de Empresa, es imprescindible que los trabajadores estemos organizados y nos movilicemos. Ese es el único idioma que entiende la empresa y ese debe ser nuestro objetivo. Por lo tanto os animamos a todos a poneros en contacto con nosotros para comenzar a organizar las movilizaciones necesarias en torno a la negociación de un convenio de empresa fruto de la participación de todos los trabajadores.
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!
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