Ante el intento de CCOO de manipular los hechos para culparnos del bloqueo de la negociación de las condiciones del teletrabajo, vemos imprescindible volver a poner blanco sobre negro cuál es la situación de la mencionada negociación de la forma más objetiva y sintética posible, dejando nuestra valoración sobre la actitud de CCOO para el final.
Hechos en la negociación del teletrabajo
A continuación vamos a enumerar los hechos más relevantes respecto a la situación actual de la negociación:
El 29 de noviembre de 2021, la empresa finalizaba la 9ª reunión de negociación antes de lo previsto (se había previsto que durase una hora) determinando que si no íbamos a llegar a un acuerdo en lo económico no tenía sentido seguir negociando el resto de puntos.
El 3 de diciembre de 2021, tan solo cuatro días después, el Comité de Empresa envía un comunicado (aprobado en pleno ese mismo día) a los representantes de la Empresa en la mesa de negociación indicando claramente que la postura del Comité no es inamovible e instando a la Empresa a que se posicione.
El 20 de diciembre de 2021, la empresa responde con evasivas, indicando esta vez que “los acuerdos que de la misma (la negociación) se derivan como un “todo” que debe ser valorado en su conjunto”, argumento contrario al que alegaron para dar por terminada la reunión del 29 de noviembre. Además, evitan aclarar si su postura es o no inamovible usando la enrevesada sentencia “esta Dirección empresarial no puede mostrar su oposición/negativa a variar las posiciones hasta ahora mantenidas”. Podría intuirse de este correo que la Empresa tiene intención de seguir negociando, a pesar de recordarnos que no tiene obligación legal (es decir, que las leyes le permiten imponer las condiciones que deseen unilateralmente). Así lo expresan al indicar “debemos indicar que es voluntad firme de la compañía, aún cuando legalmente no resulta exigible, la consecución de un acuerdo en materia de trabajo a distancia con la Representación Legal de los Trabajadores del centro de Sevilla que tenga por objeto la regulación de las principales características del sistema de teletrabajo de la plantilla de Sevilla”. Sin embargo, no se han convocado más reuniones para continuar la negociación. ¿Por qué? Pues porque la empresa, en lugar de responder a la cuestión que le planteaba el Comité de Empresa, devuelve la pelota preguntando algo que el Comité ya aclaraba en su escrito anterior.
El 6 de febrero de 2022, el Comité de Empresa responde a la Empresa con un comunicado (aprobado en pleno el día 18 de enero) reiterando que su postura no es inamovible, como ya había indicado en el correo anterior.
A 5 de abril de 2022, la empresa no ha respondido al correo del 6 de febrero ni ha vuelto a convocar reunión para continuar con la negociación, dejando esa “voluntad firme” de la que hablaba en el correo del 20 de diciembre en una mera declaración de intenciones sin implementación práctica.
Conviene aclarar también, como se ve en ese mismo correo de la empresa del 20 de diciembre, que esta negociación, al estar siendo negociada por el Comité de Empresa del centro de Sevilla, tendría exclusivamente ese ámbito, es decir, el centro de Sevilla. Que lo acordado se extienda al resto de centros dependerá de la batalla que se plantee después.
Conclusión: La Empresa ha paralizado la negociación.
Como se puede comprobar a tenor de los hechos anteriormente descritos, el Comité de Empresa ha manifestado reiteradamente su voluntad de negociar, así como que su postura no es inamovible, mientras que la Empresa ha evitado aclarar cuál es su postura al respecto, al tiempo que lleva casi 4 meses sin convocar reuniones de la mesa de negociación. Por lo que de facto, es la Empresa la que está paralizando intencionadamente la negociación sobre las condiciones de teletrabajo.
Y es que, al contrario de lo que quiere hacer ver CCOO, la disputa aquí no es entre sindicatos, sino entre los intereses de la Empresa (que siempre buscará pagar lo menos posible) y los intereses de los trabajadores (a quienes nos interesa cobrar más). Por tanto, ¿quién tiene el poder de desbloquear la negociación? Pues efectivamente, la Empresa podría reactivar las negociaciones enviando una simple convocatoria a los miembros de la mesa de negociación. Pero también los trabajadores tienen el poder, no sólo de obligar a la empresa a desbloquear la negociación, sino incluso de decantar ésta en favor de los intereses de la plantilla.
Entonces, ¿para qué están los sindicatos?
Los sindicatos son el paraguas bajo el que los trabajadores pueden organizarse, pues el poder de luchar por sus condiciones y sus derechos (en definitiva, por sus intereses) se diluye si se enfoca individualmente, y sólo cobra fuerza de forma colectiva y organizada.
Los delegados sindicales y delegados del Comité son sólo Representantes de los trabajadores, es decir, pueden hablar en nombre de los trabajadores, dan la cara ante la empresa, preparan la documentación para comunicaciones con la empresa, para denuncias, revisan documentación confidencial para detectar prácticas ilegales, etc… Pero ni con todo este trabajo pueden sustituir al conjunto de los trabajadores en su papel colectivo. Es decir, los representantes de los trabajadores no tienen el poder que el conjunto de los trabajadores puede llegar a tener si estos se organizan, por más que se guíen por principios de clase y por muy comprometidos que estén con la defensa de los derechos de sus representados.
La Empresa lo sabe y por eso se permite postergar indefinidamente todas aquellas negociaciones en las que se podrían conseguir avances para la plantilla. Por eso ignora sistemáticamente todos los informes negativos que el Comité emite respecto a multitud de documentos con políticas abusivas unilateralmente impuestas. Por eso promueve cínicamente sesiones motivacionales mientras nos mantiene a los trabajadores a la cola de los salarios del sector y a la cabeza en horas trabajadas.
El discurso de Proyecto Motocicleta
Si todo lo anterior es cierto, ¿por qué el discurso de Proyecto Motocicleta va en una línea totalmente diferente? En primer lugar, porque cumplen con la política de la organización a la que pertenecen que se basa en mantener la paz social (es decir, mantener a los trabajadores sumisos) mientras firman traiciones a cambio de liberados y prebendas.
Cualquiera que entienda mínimamente la lógica capitalista puede entender que ninguna empresa va a dar nada sin recibir algo cambio (generalmente de más valor que lo que da) o si simplemente le sale más rentable no dar nada. Por tanto, cualquiera que afirme que puede conseguir algo de un empresario simplemente con reuniones y sin implicar a la plantilla, o miente o peca de ingenuidad o vende algo a cambio de las migajas que presume haber conseguido.
Y en segundo lugar, porque a pesar de acusarnos a los delegados de ASC de participar en política, son ellos los que desde su autoasignado rol de oposición están dispuestos a cualquier cosa con tal de ensuciar la imagen de ASC, incluyendo la manipulación, los bulos y la tergiversación de los hechos. En lugar de trabajar para ganarse el respeto de la plantilla, prefieren dedicar sus esfuerzos a intentar que desconfíen de nosotros mediante burdos intentos de caricaturizarnos como dictadores autoritarios. ¿A qué vendría si no el reclamarnos no haber apoyado una propuesta de miseria más de dos meses después de que la misma fuese rechazada en el pleno del 3 de diciembre de 2021? Propuesta que, tal y como se ha explicado anteriormente, la empresa tampoco tiene obligación de aceptar.
Las promesas de ASC
Otro de los recursos recurrentes por parte de la sección sindical de CCOO en la empresa es hablar de promesas incumplidas por parte de ASC. Pero revisemos nuestro programa electoral:
Cualquiera con un mínimo de comprensión lectora puede ver que las propuestas que echa en cara CCOO a ASC son propuestas para un convenio de empresa. Convenio que no se ha empezado siquiera a negociar porque la empresa no tiene obligación legal. De hecho, las negociaciones abiertas (teletrabajo y plan de igualdad) sí son imperativos legales, aunque en el caso del teletrabajo, no tienen por qué preocuparse si no hay acuerdo, y en el caso del Plan de Igualdad ya se han encargado de expulsar a ASC de la negociación, con la colaboración necesaria de los delegados de Proyecto Motocicleta.
Como hemos explicado en apartados anteriores y expresábamos en el propio programa electoral es “con el apoyo de la plantilla y su movilización” como se puede conseguir “una posición de fuerza que nos permita negociar de igual a igual estas y otras medidas”. De ahí a pretender que las propuestas ahí expresadas iban a conseguirse mágicamente por depositar uno u otro voto en una urna, hay todo un mundo. Lo que sí prometimos rotundamente fue no firmar retrocesos, así como negociar siempre para avanzar, pero nunca para recortar derechos a los trabajadores.
¿Puede ASC bloquear la negociación y la implantación de condiciones desfavorables?
Rotundamente no. En primer lugar, porque en caso de que la negociación se cierre sin acuerdo, la empresa puede aplicar unilateralmente las condiciones que desee, pues la ley le exige negociar pero no llegar a un acuerdo, tal y como vimos anteriormente y la empresa nos recuerda constantemente.
Y en segundo lugar, porque los aliados de la empresa suman mayoría en el Comité. Así se vió cuando CCOO y Actúa se aliaron para destituir a nuestro compañero Guillermo Ramos como Presidente del Comité, o cuando ambas formaciones se mostraron de acuerdo en expulsar a ASC de las negociaciones del Plan de Igualdad, así como cuando los diez delegados que suman se han puesto de acuerdo para rechazar que el Comité presente ciertas denuncias, o para aprobar propuestas consistentes en salvar el culo a la Empresa corrigiendo documentos antes de que planteásemos la pertinente denuncia.
Así pues, compañero, compañera, que no te engañen. Aquí nadie regala nada y menos aún las empresas. Las mejoras en las condiciones se consiguen luchando y el poder para hacerlo lo tienen los trabajadores unidos y organizados.
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