El pasado 22 de enero el gobierno anunciaba una subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que pasará a situarse en los 950 euros en 14 pagas (13.300 euros al año) para 2020 con carácter retroactivo desde el 1 de enero.
La medida debe quedar aprobada el próximo 28 de enero y posteriormente publicada en el BOE, por lo que se prevé que los pagos pendientes de los meses de enero y febrero (la diferencia del nuevo SMI con el anterior) sean realizados a finales de febrero.
Las dos últimas subidas del SMI han desnudado las vergüenzas de everis, una empresa que se vanagloria de querer "conseguir que esta sea una de las mejores empresas para trabajar", pero que contrata a la mayor parte de los trabajadores con el menor salario que la ley permite. Esto hace que la más mínima variación del SMI trastoque las tablas salariales del precario modelo de carrera de la empresa. ¿Cómo pretenden que nos traguemos su propaganda cuando tienen los salarios más bajos y la jornada anual más larga que la ley les permite?
La anterior subida del SMI, que conllevó una actualización de las tablas salariales para las categorías CJ, no ha impedido a la empresa seguir generando millonarios beneficios, lo cual demuestra que se pueden subir los salarios mucho más aún. El único motivo para no hacerlo no es la viabilidad de la empresa, como defienden la dirección y sus esbirros, sino el afán por generar cada vez más y más beneficios a nuestra costa.
En la Plataforma de Negociación para un Convenio de Empresa (PNCE) promovida por CSC y aprobada por el Comité de Empresa de everis Centers Sevilla en su último Pleno, los miembros de CSC incluimos un anexo con las tablas salariales que consideramos apropiadas para el sector, que definen el salario mínimo para cada categoría de la siguiente forma:
La realidad está demostrando día a día que dichas tablas salariales son más que viables, que lejos del catastrofismo de quienes cuestionan la competitividad de la empresa ante subidas salariales, podemos comprobar cómo a pesar de las subidas a las que la ley ha obligado ajustarse a la empresa, los beneficios siguen siendo millonarios. Porque por mucho que intenten engañarnos, las subidas salariales que desde CSC demandamos no afectan en nada a la competitividad de la empresa en el mercado sino a la cuenta de beneficios que se reparten unos pocos a nuestra costa.
Y es que en los últimos 9 años se ha quintuplicado el número de millonarios en nuestro país, millonarios que generan su riqueza a costa de nuestro trabajo, pues son empresarios cuyos beneficios son extraídos de la plusvalía que generamos los trabajadores.
Ante esta realidad que demuestra cómo nuestro empobrecimiento -la clase trabajadora ha perdido un 12,5% de poder adquisitivo desde la crisis- se convierte en beneficios para los empresarios que no han parado de crecer en los últimos años a pesar de la ‘crisis’, es más necesario que nunca que los trabajadores nos organicemos para reclamar lo que nos pertenece, para luchar por unas mejoras laborales que supongan un verdadero avance.
Pero los trabajadores aislados en nuestro centro de trabajo estamos atados de pies y manos, puesto que las mejoras laborales que se puedan conseguir son absorbidas por aspectos como la subida del precio de la vivienda -se prevé un aumento en España del 5,5% para 2020- o de la electricidad -la factura eléctrica subió un 10% en enero-.
Es por ello que los trabajadores necesitamos organizarnos más allá de nuestros centros de trabajo y elevar nuestras demandas al plano político, porque sólo transformando esta sociedad para que la riqueza que generamos esté a nuestro servicio y no al de unos pocos millonarios, podremos lograr tener una vida digna.
El próximo sábado 1 de febrero a las 11:00 en el Centro Cívico Cerro del Águila tenemos una primera cita para comenzar a construir esa organización que las clases populares necesitamos. Os esperamos a todos.
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!
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