El pasado mes de agosto, un trabajador de la subcontrata FIBRIBYS, contrata de CIRCET, antigua ITT, que presta sus servicios a Telefónica, caía desde un poste telefónico en Chinchón (Madrid). El compañero falleció como resultado del accidente laboral y la vida de su familia quedó marcada para siempre. Nadie recordó a la plantilla el fatal suceso.
La muerte de este trabajador de las contratas se suma a muchos y constantes accidentes mortales en este sector en los últimos años. Todos ellos resultado de la política de contratación y subcontratación de la actividad que permite al empresario precarizar el empleo y, sobre todo, las condiciones y medidas obligatorias de las empresas en materia de Salud laboral, para ahorrar costes laborales y obtener mayores ganancias.
El gran artífice de esta política antiobrera en Telefónica fue Cesár Alierta, presidente de la empresa entre 2000 y 2016. A pesar del aumento de actividad en la compañía, consiguió destruir cerca de 40.000 puestos de trabajo para engordar cientos de empresas con trabajadores y trabajadoras sin derechos laborales, sin formación, sin medios para ejercer su trabajo… en definitiva, carne de cañón susceptible de más accidentes laborales y de víctimas mortales.
Ayer, jueves, 11 de enero, la dirección de la empresa nos pedía un minuto de silencio por su deceso en el lecho de muerte.
Llegó a Telefónica de la mano de José María Aznar con un curriculum contrastado. No en vano había conseguido obtener 1,86 millones de euros con la compraventa de acciones de Tabacalera en el año 97 utilizando información confidencial. En junio de 2007, la Audiencia Provincial de Madrid falló como probado el delito del que se le acusaba, pero fue absuelto porque, casualmente, había prescrito.
No fue impedimento este sambenito de delincuente para seguir al frente de la Telefónica. De hecho, para ocultar estas tropelías arremetió contra el sindicalismo de clase en la empresa y nuestro sindicato, entonces AST, tuvo que sufrir el despido de 5 delegadas y delegados, así como la sanción con faltas muy graves por oponerse a la firma del Convenio Colectivo de 2008. Nuestro compañero Álvaro Barreiro sigue despedido…
Ayer, jueves, 11 de enero, la dirección de la empresa nos pedía un minuto de silencio por su deceso en el lecho de muerte.
En 2011 fue el tercer directivo mejor pagado de la Bolsa española con una remuneración total de 10,27 millones de euros. En 2012 su retribución fue de 6,3 millones de euros. En 2013 ganó 5,8 millones de euros. En 2014 se embolsó un total de 6,7 millones. En 2015 ingresó 8,69 millones debido a la aplicación de un plan de retribución con 312.251 acciones. Telefónica elevó su plan de pensiones a 54,2 millones de euros con una "asignación fija anual especial" de 500.000 euros. Era dueño del 0,9 de las acciones de la empresa…
En las contratas y subcontratas, para llegar a un salario que supere el SMI tienen que trabajar más de 12 horas en condiciones semiesclavistas. No tienen horarios, no tienen vacaciones, las hipotecas les ahogan, tienen que utilizar su vehículo, su móvil, su herramienta, sus Equipos de Protección Individual.
Ayer, jueves, 11 de enero, la dirección de la empresa nos pedía un minuto de silencio por su deceso en el lecho de muerte.
En 2016 dejó Telefónica en manos de José María Álvarez-Pallete al que nombró de forma “dedocrática”, no sabemos si por ser su alumno aventajado o por quien más rápido le llevaba el café al despacho de Gran Vía. De él heredó una empresa en deconstrucción, unos “sindicatos florero” y un odio visceral al sindicalismo de clase al que era necesario descabezar para facilitar las políticas destructoras de empleo, la precarización de la actividad y, en definitiva, mayores beneficios económicos para la clase a la que representan y para sus propios bolsillos. A costa del trabajo de miles de trabajadores y trabajadoras que durante 100 años han dejado todos sus esfuerzos en una empresa que fue pública y que se la han ido quedando entre personajes como el que nos ocupa.
Ayer, jueves, 11 de enero, la dirección de la empresa nos pedía un minuto de silencio por su deceso en el lecho de muerte. Pero un minuto de silencio no va a ser suficiente para olvidar
¡LOS DERECHOS NO SE VENDEN, SE DEFIENDEN!
¡LA ÚNICA LUCHA QUE SE PIERDE ES LA QUE SE ABANDONA
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