Todo por la pasta

¿Es cualquier negocio legítimo? ¿Es moralmente correcto vender drogas? ¿Y órganos? ¿Y armas?

En 2015, tuvieron que huir de su país 24 personas por minuto; 34.000 personas al día, lo que eleva la cifra total de refugiados en el mundo a finales de 2015 a más de 65 millones. El 51% de estos refugiados son niños. Más de 98.000 menores no acompañados (niños que se ven forzados a abandonar su país sin sus familias) han solicitado asilo en 2015.

La mayor parte de esos refugiados huyen de guerras, siendo Siria y Afganistán los países que mayor número de refugiados "generan". Estos refugiados acaban buscando asilo en países de toda Europa, incluida España. Lejos de cuestionar la raíz de los problemas que llevan a un niño a abandonar su país sin su familia, lejos de señalar a esas guerras como las culpables de esa emigración forzosa, en Europa se dedican recursos a paliar algunos de los "efectos colaterales" de esas guerras, mientras se les siguen vendiendo armas a los países en conflicto, siendo España el séptimo mayor vendedor de armamento del mundo.

Everis tiene su particular lavado de cara promoviendo, entre otros, el proyecto Reyes Magos de Verdad, que se encarga de hacer llegar un regalo de Reyes a niños con diferentes problemas. Entre los niños que no han tenido un regalo de Reyes, o una comida en familia estas navidades, están esos miles de niños refugiados producto de las guerras con las que empresas españolas se enriquecen cada año. Y entre esas empresas se encuentra la propia Everis, que a través de su división Aerospace, Defense and Security, según noticia del 6 de diciembre de andaluciainformacion.es, "se dedica a la producción de armas (misiles), sistemas de Defensa y sistemas de armas terrestres de alta movilidad", y que "vende material militar a Israel, entre otros países". Otro de los productos que vende Everis es un "kit de guiado de precisión para cohetes de artillería", presentado hace un año en el Salón Nacional de tecnologías de Seguridad Nacional en Madrid.

Se cierra de esta forma el macabro círculo en el que, por una parte, se comercializa con armas contribuyendo a las guerras que dejarán sin hogar a cientos de miles de personas, y por otra, se colabora en proyectos humanitarios para "ayudar" a esas personas a los que previamente se les ha despojado de todo.

Esto es Everis hoy en día, y esto seguirá siendo mientras los trabajadores no participemos en la toma de decisiones, mientras la empresa nos siga menospreciando, mientras que no nos unamos para exigir lo que nos corresponde, para que se nos oiga y se nos tenga en cuenta. Una vez más hacemos un llamamiento a los trabajadores para comenzar a organizar las movilizaciones necesarias para que la dirección de la empresa deje de ignorarnos. Ponte en contacto con nosotros.