Gracias por poner pantallitas donde podemos indicar nuestro estado de ánimo. Así si un día salimos de la oficina a las 22:00 podemos marcar la carita triste y sentirnos mucho mejor.
Gracias por repartir bastoncitos de caramelo. Así podemos ahorrarnos pagar una comida y estirar un poco más nuestros precarios salarios.
Gracias por hacer un "Manequin Challenge". Así se nos olvida que estamos cobrando por debajo del convenio.
Gracias por tantos y tantos everclubs. Así podemos olvidarnos de nuestros amigos y familia para decicarnos a compartir toda nuestra vida con compañeros de trabajo que están igual de explotados y de esta forma se nos pase el cabreo de no poder llegar a fin de mes.
Gracias por programar talleres tan divertidos para nuestros niños y así educarles en los valores empresariales que tanto bienestar les procuran a través de nuestros salarios de miseria.
Gracias por tratarnos como idiotas, por vendernos humo, por reíros de nosotros.
Muchas gracias, Everis.
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