lunes, 29 de noviembre de 2021

Que no os engañen, la automatización en manos de la empresa no beneficiará a los trabajadores


 

Llevamos ya años recibiendo constantemente propaganda por parte de la empresa defendiendo las bondades de la automatización, que nos permitirá dedicarnos a tareas más creativas, recibiendo incluso un ranking de horas automatizadas por proyectos que nos incita a competir entre nosotros para ser los que más horas ahorremos a la empresa, o sea, los que más beneficios le permitamos obtener a nuestra costa.

 



 

Incluso hemos tenido que leer mentiras semejantes como que “automatizar es muy importante para el centro. La reducción de tareas repetitivas supone grandes avances en los proyectos, al igual que conlleva una importante y beneficiosa reducción de la carga de trabajo.



 


Pretendían hacernos creer que la automatización iba a reducir la carga de trabajo y, sin embargo, tenemos proyectos en el centro a cuyos trabajadores se les ha pedido trabajar 12 horas diarias. Tal es la hipocresía y la desvergüenza de esta empresa, que miente descaradamente a la cara a los trabajadores de una forma tan burda, mientras continúa despidiendo constantemente a trabajadores de forma disciplinaria, llegando a aplicar causas organizativas para despedir a un trabajador tras volver de una baja de larga duración.

 

La automatización, como cualquier otra herramienta, no tiene un carácter positivo per se, sino que depende del uso que se le dé. Al igual que un cuchillo en manos de un cocinero tiene un carácter muy distinto al mismo cuchillo en manos de un asesino, la automatización en manos de los trabajadores supondría de verdad una mejora de nuestras condiciones de trabajo, permitiendo reducir la jornada y librarnos de las tareas más pesadas. Pero al igual que un cuchillo en manos de un asesino, la automatización en manos de la empresa tan sólo servirá a sus intereses económicos, al aumento de sus beneficios, mientras los trabajadores seguimos explotados, con salarios de miseria, con horas extra, horarios interminables y unas condiciones que día a día empeoran en todo el Estado, en todo el mundo.

 

Desde principios del siglo pasado en el que la clase obrera organizada consiguió arrancar a los capitalistas la jornada máxima de 8 horas, esta no se ha visto reducida en medida alguna a pesar de los titánicos avances tecnológicos y las resultantes mejoras en la maquinaria.

 

Una prueba más de esta gran falacia sobre los beneficios de la automatización en manos de la empresa es el calendario laboral anual. Desde ASC llevamos años denunciando a NTT Data como paradigma de la explotación, pues el calendario anual se elabora cada año con el límite máximo de 1.800 horas que marca el Convenio Colectivo como un objetivo a alcanzar, no perdonando NTT Data ni un segundo de trabajo con el que exprimirnos.

 

Mientras tanto, en enero de 2021 nos anunciaban a bombo y platillo cómo en el año fiscal que acabó en marzo, íbamos a alcanzar las 50.000 horas automatizadas.

 



 

Esas 50.000 horas automatizadas en un año en el centro de Sevilla suponen unas 50 horas por trabajador. Si de verdad la automatización - en manos de la empresa - supusiera un beneficio para los trabajadores, ¿por qué NTT Data sigue aferrada al calendario de 1.800 horas anuales? ¿Acaso no se puede reducir esa jornada anual y que los trabajadores tengamos algún beneficio de esa automatización? Evidentemente, mientras esté al servicio de la empresa para engordar sus beneficios, no.

 

¿Es una utopía reducir la jornada de 1.800 horas anuales? Es evidente que no, la realidad demuestra que es más que posible, que es viable y que cientos de empresas del sector lo hacen, siendo la jornada de NTT Data la más alta de todo el sector. No sólo eso, incluso hay empresas que reducen la jornada semanal de 40 a 36 horas, sin reducir los salarios.

 




Pero la realidad del mundo del trabajo en este sistema es bien distinta y estas reducciones de horario sin reducción de sueldo son sólo excepciones aisladas, ya que los trabajadores estamos desorganizados, aislados e individualizados.

 

La creciente automatización, en manos de las empresas, lejos de demostrar la falsa afirmación de que generará nuevos puestos de trabajo, no hará, en realidad, más que engrosar las filas del paro. En la medida en que las máquinas y los robots vayan sustituyendo a los trabajadores en nuestra labor, nos veremos condenados a la más absoluta miseria. Este hecho, a su vez, es contradictorio, puesto que somos los propios trabajadores los que debemos consumir aquello que se produce. ¿Quién comprará entonces las mercancías que se producen? Esto es una contradicción insalvable, que no hace más que demostrar las debilidades de un modo de producción incapaz de conservar a su única fuente de valor: la clase trabajadora.

 

Las empresas, con todo el poder y sin una resistencia de los trabajadores organizada que les haga frente, aplican sus políticas unilaterales con el único fin de aumentar sus beneficios a nuestra costa, sin tener en cuenta para nada nuestros intereses como trabajadores, sin importarles nuestras condiciones, nuestra salud o nuestras vidas. Y la automatización es, sin duda, una de esas políticas.

 

Si los trabajadores queremos revertir esta situación y hacer que medidas como la automatización redunden en nuestro beneficio, el primer paso que debemos dar es organizarnos bajo el sindicalismo de clase para empezar a defender nuestros derechos y luchar por unas mejores condiciones laborales.

 

¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A ASC!

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