martes, 6 de abril de 2021

everis y la alienación como política de recursos humanos



Pablo C. Schulz, del Departamento de Química de la Universidad Nacional del Sur en Bahía Blanca, Argentina, dice sobre las pseudociencias (las negritas son nuestras): “Lo que falla es que los postulados de donde parten estas deducciones son irracionales, dogmáticos, y no se produce un estudio crítico para contrastarlos a través de sus consecuencias con la realidad”.


Jesús A. Valero-Matas, Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y Profesor Titular de Sociología en la Universidad de Valladolid, junto con Carlos Andrés Muñoz Sandoval, sociólogo e investigador de la Universidad Tres de Febrero de Argentina, sobre el problema de las pseudociencias dicen (las negritas son nuestras): “ [...] se evidencia que la proliferación de estos movimientos no puede entenderse sin tomar en consideración diversos actores, entre los que destacan los medios de comunicación, mediante su tarea de divulgación científica; las grandes empresas [...]; los intelectuales, como inspiradores de esos grupos anticiencia; y por supuesto, los gobiernos y sus políticas. [...] La imaginación y la fantasía son elementos indispensables para el éxito de las pseudociencias. Muchos de sus ‘razonamientos’ pseudocientíficos son estrambóticos, sorprendentes e inesperados, y como se está exponiendo, afectan negativamente a la salud. [...] En definitiva, con las pseudociencias, la sociedad se enfrenta a unos retos que debe tener presente [...] c) jugar con la desesperación de las personas, ofreciendo falsas esperanzas.


Felipe Alonso Marcos, Doctor en Comunicación Social y profesor del Departamento de Comunicación de la Universitat Pompeu Fabra, junto con Sergi Cortiñas Rovira, Doctor en Comunicación Social por la Universitat Pompeu Fabra, en su estudio “Pseudociencia y poder mediático. Hacia una bases teóricas para afrontar el fenómeno”, dicen (las negritas son nuestras): “Los medios de comunicación juegan un rol determinante en la sociedad actual [...] Vehiculan las narraciones sobre la realidad a partir de una serie de discursos que generan y sostienen las dinámicas de la opinión pública; [...] constituyen una herramienta de dominio biopolítico inscrita en el sistema tardocapitalista actual. [...] La visión más radical de este poder estructural supone la creación mediática de un ‘pseudoentorno’ o realidad alternativa que viene a suplantar el mundo real y en la que ningún mecanismo psicológico permite al individuo ser inmune”.


Como puede verse, las pseudociencias son un mecanismo de alienación que desvía nuestro foco sobre el verdadero origen del problema y se centran en dar falsas esperanzas basadas en postulados sin ningún tipo de fundamento. La difusión de estas pseudociencias tiene el apoyo de medios de comunicación, gobiernos y empresas, que ante la crisis estructural del sistema capitalista, necesitan distraernos con “realidades alternativas que vienen a suplantar al mundo real”, para desviar nuestra atención de los verdaderos problemas y, sobre todo, del verdadero origen de estos.


En este marco debemos encajar la campaña iniciada por everis sobre pseudociencias y métodos alternativos para solucionar los problemas que la propia empresa genera a sus trabajadores, con exigencias de trabajo desmedidas que generan estrés, con imposición de horas extraordinarias y guardias, con condiciones de trabajo de miseria que influyen negativamente en nuestra salud.


De esta forma, podemos ver cómo la campaña de propaganda de Buda en un Benz está cargada de basura pseudocientífica y mensajes vacíos:








Estos mensajes podrían quedarse en una anécdota que provoca algo de vergüenza ajena y un simple chascarrillo si no fuera por la intención que hay detrás de la difusión de estas ideas anticientíficas y alienadoras. Pretender solucionar nuestros problemas de forma mágica a través del poder de la mente y sin abordar el origen de estos es una estrategia evidente de manipulación que pretende generar una tendencia de pensamiento irracional y acrítico que paralice cualquier intento de lucha contra la situación a la que nos somete la empresa.


Y no es únicamente esta vergonzosa campaña de Buda en un Benz la que demuestra que esta difusión es algo sistemático en everis; basta echar un vistazo en Knowler para ver la cantidad de mensajes basados en el pensamiento mágico y en “razonamientos pseudocientíficos estrambóticos”:







































Podríamos dedicar cientos de líneas a analizar cada una de esas charlas o textos, cada una de las iniciativas de everis dedicadas a alienar cada vez más a los trabajadores, culpabilizandolos en última instancia de sus propios problemas: #RecuperarelOptimismo, una charla sobre cómo aunque la empresa te someta a extenuantes cargas de trabajo y tu sueldo sea miserable, el problema lo tienes tú por ser pesimista; #ConcienciaEmocional, para atribuir tu estado de ánimo al conocimiento de tus emociones y no a tener que realizar interminables jornadas de trabajo bajo una presión asfixiante; #ElSentidoDeTuVida, una charla en la que primero se habla de éxito entre los 30 y los 50 años como sinónimo de tener mucho dinero, para después decir que si estamos amargados es culpa nuestra por no saber jugar las cartas que nos han tocado; #AsincroníaparaConectar, dónde se defiende “el modelo de trabajo asíncrono” para no “estar limitados a un espacio o tiempo en particular”, como eufemismo para comenzar a filtrar la idea del trabajo a destajo, de trabajar sin una jornada de trabajo, sino por objetivos, de forma que para cumplir las inalcanzables metas que nos marque everis, tengamos que realizar jornadas de 12 o 14 horas diarias, jornadas flexibles eso sí.


Finalmente, todo este movimiento propagandístico por parte de everis pretende en última instancia evitar la organización activa de los trabajadores para luchar por mejores condiciones de trabajo, que es lo único que de verdad puede solucionar los problemas de salud mental que genera trabajar a los ritmos que el mercado demanda. Todo esto mientras por otro lado continúa reprimiendo sindicalmente, despidiendo disciplinariamente y cometiendo todo tipo de atropellos a nuestros derechos.


Desde CSC hacemos una vez más un llamamiento a todos los trabajadores a organizarse en torno al sindicalismo de clase y luchar por unas condiciones de trabajo dignas, a unirse a CSC para defender nuestros derechos ante los constantes ataques de la empresa.


¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!


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