El pasado 20 de julio el CEO de everis Benito Vázquez enviaba a todos los trabajadores de la empresa la nota de prensa que ese mismo día se publicaba en diferentes medios con los resultados económicos de la everis en el último año fiscal. Una vez más, la falta de respeto hacia los miles de trabajadores que hacen posible los suculentos beneficios obtenidos es sangrante. Presumen de unos ingresos globales de 1.031 millones de euros (26% más que el año anterior) y unos beneficios de 96 millones (29% más que el año anterior), mientras que se está contratando a trabajadores por 10.500 euros brutos anuales y se ha implantado un modelo de carrera que incumple el convenio y está centrado en la congelación salarial.
El comunicado hace hincapié en que "este año ha vuelto a ser excepcional para everis". Se olvidan de matizar para qué parte de la empresa ha sido excepcional el ejercicio fiscal -los accionistas de everis- pues los trabajadores no vemos nada de esos magníficos beneficios. En la nota de prensa se indica también la previsión de la empresa de "mantener el crecimiento de dos dígitos, tanto en ingresos como en beneficio". Una previsión de crecimiento a costa de nuestros salarios, unos beneficios millonarios que la empresa obtiene gracias a nuestro trabajo, gracias a la explotación a la que somete a miles de trabajadores, que no cobran ni siquiera lo que marca el convenio colectivo. Haciendo una estimación rápida, a everis le costaría alrededor de 1 millón de euros regularizar las nóminas de los trabajadores del centro de Sevilla para cumplir el convenio. Un millón de euros frente a 96 millones de beneficios. Pero aún se permiten desde la dirección de la empresa restregarnos sus cuentas mientras condenan a cientos de trabajadores a la precariedad.
La impunidad con la que la empresa actúa es tal que se permite el lujo de airear entre sus trabajadores unas cifras que deberían avergonzarles, cuando están convirtiendo el mileurismo en un privilegio entre cientos de trabajadores, cuando se saltan las leyes para imponer horarios o implantar modelos de carrera, cuando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia les sanciona por repartirse el mercado.
Los trabajadores sólo nos tenemos a nosotros mismos para revertir esta situación. Unidos y organizados tenemos la fuerza para conseguir las condiciones que nos merecemos, para conseguir que la riqueza que generamos nosotros no se la repartan un grupo de accionistas mientrasclos trabajadores pasamos apuros para llegar a fin de mes. ¡Organízate en CSC y defiende tus derechos!
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