jueves, 3 de octubre de 2024

NTT DATA continúa recortando gastos y ninguneando a la RLT



Cada euro que una empresa reduce en sus gastos es un euro que incrementa los beneficios. Esta es una ley inquebrantable que rige las relaciones entre empresarios y trabajadores, pues cada mejora en las condiciones laborales de un grupo de trabajadores implica necesariamente detraer parte de los beneficios del empresario de turno. Y al contrario, cada recorte que la empresa puede realizar, bien sea en gastos estructurales como en gastos salariales, le permite incrementar sus beneficios.

Entender esto es vital para entender el mundo del trabajo y las relaciones de producción en el capitalismo, y permite a los trabajadores universalizar sus problemas, eliminado la perspectiva individualista mediante la que se culpa a un patrón de turno, para entender que es toda la clase capitalista la que se beneficia de la miseria de toda la clase trabajadora.

Mientras los trabajadores continúan buscando salidas individuales, abandonando las empresas en busca de mejores condiciones, los empresarios, de forma colectiva y organizadas en las diferentes patronales, continúan avanzando imparables en una búsqueda incesante de mayores beneficios, lo que en la práctica se traduce en un empeoramiento constante de nuestras condiciones de trabajo. Esto se demuestra con un dato apabullante: los trabajadores españoles llevamos al menos 16 años perdiendo poder adquisitivo.

Dentro de esta tónica de reducción de gastos, el pasado 2 de julio de 2024, sin previo aviso ni a los trabajadores ni a la Representación Legal (RLT) de éstos, la empresa enviaba un correo en el que indicaba lo siguiente:

Le informamos que el ala 2b de la oficina de NTT DATA Sevilla Cartuja permanecerá cerrada hasta el próximo 15 de septiembre. Esta medida se ha tomado tras una cuidadosa consideración y tiene como objetivo optimizar el uso de nuestras instalaciones.”

Este correo lo recibíamos los trabajadores un día después de que se hiciera efectivo el cierre de dicha ala. Pero la RLT no había, ni ha recibido a día de hoy ninguna comunicación ni explicación al respecto. Justificar que esa decisión se ha tomado para “optimizar el uso de nuestras instalaciones” no es más que una forma de adornar que el único motivo que ha llevado a la empresa al cierre de dicha zona es el de ahorrar costes.

Como resultaba evidente, la intención de la empresa era la de cerrar ese ala y reducir aún más las instalaciones, hecho que hemos visto confirmado a través del correo recibido el pasado 1 de octubre, en el que se nos comunica a todos los trabajadores (una vez más sin informar de nada a la RLT) que “nuestras instalaciones pasarán a ser exclusivamente el ala 2C”, añadiendo además que se van “a acometer mejoras durante las próximas semanas”, concretamente hasta el 30 de octubre según lo indicado en ese correo. A día de hoy esa zona sigue aún cerrada, sin explicación de ningún tipo, sin informar ni a trabajadores ni a su RLT del motivo por el que sigue cerrada a pesar de haber anunciado el cierre temporal hasta el 15 de septiembre. La realidad es que en las últimas semanas han visitado esas instalaciones varias personas ajenas a NTT DATA analizando los posibles cambios en el ala, suponemos que para poder ser alquiladas a otras empresas, ya que parece más que evidente que NTT DATA piensa deshacerse una vez más de una de las alas del centro de trabajo de Sevilla.

Dándose la circunstancia de haberse consultado a la empresa el pasado 17 de septiembre, desde el Comité de Seguridad y Salud, el motivo por el que el ala 2C seguía cerrada y preguntando por el número de puestos de trabajo que había disponibles, pudiendo la empresa informar en ese momento a los representantes de la RLT dentro del Comité de Seguridad y Salud de los planes de la empresa en cerrar definitivamente el ala 2C y la reestructuración del ala 2B, prefirió seguir incumpliendo el derecho de información.

Dichas ‘mejoras’, que en realidad consisten en cambiar las mesas rectangulares por mesas trapezoidales, van a hacer que durante el próximo mes, las instalaciones se vean todavía más reducidas, dejando el número de puestos de trabajo en mínimos (unos 40 puestos), dándose la circunstancia de que el día de recepción del correo que anunciaba estas ‘mejoras’, el 1 de octubre, había en la oficina unas 80 personas. Cabe mencionar que este cambio de mesas reduce el espacio de trabajo disponible para el trabajador, además de conllevar un uso del espacio ineficiente, con lo que es probable que al terminar las ‘mejoras’ tengamos todavía menos puestos físicos de trabajo disponibles. ¿Realmente el teletrabajo es voluntario?



El cierre del de dicha ala 2b, si bien en principio puede pasar desapercibido para muchos trabajadores que en el día a día no acuden a la oficina, va a suponer que, en determinados momentos, el pico de asistencia de trabajadores auspiciado por los diferentes responsables de proyecto para tener reuniones o actividades que requieren la presencialidad, se traduzca en un enorme inconveniente de espacio, habiéndose reducido notablemente el número de puestos de trabajo así como el de salas de reunión.

Esto sumado al cierre temporal de gran parte del ala 2c puede hacer que en las próximas semanas se vivan momentos surrealistas, con más trabajadores acudiendo a la oficina que puestos de trabajo disponibles, mostrando una vez más que a la empresa le importan bien poco nuestras condiciones laborales, que su única motivación es la de incrementar sus beneficios a costa de nuestro trabajo, de machacarnos, de hacinarnos si hace falta para reducir sus gastos y de esta forma exprimirnos más si cabe, apropiándose de los millonarios beneficios que nuestro trabajo genera, que cada año aumentan mientras los trabajadores vamos perdiendo poder adquisitivo a marchas forzadas.

Ni que decir tiene que la desaparecida sala del Comité de Empresa del centro de Sevilla es todavía más inviable que pueda ser recuperada si la empresa continúa cerrando instalaciones, lo que demuestra el poco respeto de la dirección a la Representación Legal de los Trabajadores, y por tanto el poco respeto a los trabajadores que la eligieron.

Lo que hoy son recortes de gastos en instalaciones, que también supusieron el despido del encargado de mantenimiento hace casi un año y la externalización de su trabajo, así como un recorte de las horas de limpieza contratadas, no dudamos que serán recortes de gastos de personal mediante el aumento de despidos o la aplicación de Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) en cuanto la empresa lo necesite para mantener o incrementar sus beneficios. Mientras los trabajadores permanecemos pasivos y aislados, los empresarios continúan aplicando sus planes destinados a seguir exprimiendo nuestra fuerza de trabajo. O nos organizamos desde ya para frenarles los pies, o las consecuencias llegarán tarde o temprano. De nosotros depende nuestro futuro.



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