No vamos a juzgar las opiniones de lo que significa no estar a favor de ningún despido (o más bien, estar en contra, quizás ahí radica la diferencia). Pero hay un hecho concreto que se relata de una forma engañosa, incurriendo en una grave mentira.
Nosotros no nacimos como tránsfugas, por la sencilla razón de que nos vimos obligados a crear nuestra sección sindical, a raíz de una desagradable situación. Los compañeros de CCOO, sin mediar palabra previamente, cambiaron las claves del correo y el blog de Proyecto Motocicleta. Hecho este que descubrimos de casualidad al intentar entrar. Después de pedir explicaciones nos confirmaron que ellos no entendían Proyecto Motocicleta de la misma forma que nosotros, y que por ese motivo no íbamos a formar parte de ese medio de comunicación.
La gravedad de esto es que, en la práctica, silencia la voz de cuatro miembros del comité, que ven mermada su capacidad de comunicación con los trabajadores. La única opción que nos quedaba en ese momento para poder llegar a nuestros compañeros, era la creación de una sección sindical, a la que ampara la Ley Orgánica de Libertad Sindical para enviar comunicados. Nuestra intención no fue en ningún momento la de separar aún más la representación de los trabajadores, y eso queda demostrado en nuestro correo de presentación, en el que se expresa: "... la mejora de las condiciones laborales en nuestro centro de trabajo, empeño que a día de hoy seguimos compartiendo con los compañeros de Proyecto Motocicleta"; o "CSC everis Centers Sevilla nace para complementar el trabajo colectivo que venimos desarrollando en Proyecto Motocicleta".
Dicho esto, nosotros no arremetemos contra unas siglas (en este caso CCOO), sino contra una práctica, la cometa quien la cometa. Si los representantes de los trabajadores no se posicionan a su lado, no defienden sus intereses, y se escudan en abstenerse de actuar, nosotros tenemos la obligación moral de denunciarlo. Porque los trabajadores tienen que saber quien les representa. Porque la excusa planteada para no apoyar a un compañero del comité, podría generar la siguiente situación con otros compañeros:
Supongamos que la empresa sanciona a un trabajador por faltas de puntualidad (algo que recoge el artículo 24 de nuestro convenio), sin aportar ninguna prueba (la empresa tiene potestad para hacerlo, puesto que oficia como juez y jurado en este procedimiento). Ese trabajador acude al comité solicitando su apoyo, explicando que el motivo de su falta de puntualidad ha sido un atasco, pero desde el comité se le niega el apoyo, argumentando que debe aportar un documento oficial que acredite su versión. ¿Qué clase de documento debería presentar este trabajador? ¿Una declaración jurada ante un juez? ¿Un justificante de la dirección general de tráfico? Como representantes de los trabajadores, abstenerse por no tener ese documento, es posicionarse del lado de la empresa, pero con una cómoda posición de inacción. Porque lo complicado es elegir bando, dar la cara y situarse al lado de los trabajadores.
El otro punto que queremos aclarar, es que lo que nos repugna no son las siglas de CCOO, sino la actitud concreta que denunciamos, independientemente de quien la tenga. Cuando desde unas siglas se cometen acciones de este tipo, los trabajadores deben saberlo, y lamentablemente, CCOO tiene una enorme lista a sus espaldas:
- CCOO de banca gastó 14 millones en viajes y reuniones en cinco años
- CCOO-A despide a una trabajadora cuatro horas después de readmitirla
- Panrico pactó con CCOO pagos de 30.000 euros anuales a cambio de mejorar "el clima laboral"
- CCOO se apoya en la reforma laboral para aplicar un ERE en su fudación para la formación
Estos son solo algunos ejemplos, hacia los que si uno es honesto, no tiene más remedio que sentir repugnancia, porque dañan la imagen del sindicalismo de clase.
Desgraciadamente, en el estado español, los únicos sindicatos que tienen la potestad de convocar elecciones sindicales en una empresa son CCOO y UGT, por lo que muchos trabajadores que tienen la intención de defender los derechos de sus compañeros, ven como único medio presentarse en una candidatura de uno de estos sindicatos.
Desde CSC animamos a nuestros compañeros de Proyecto Motocicleta, a que reflexionen sobre la organización a la que pertenecen y hagan un examen de conciencia, y sean valientes de tomar una decisión que seguro muchos de los trabajadores de everis agradecen, dar de lado a una organización que, a día de hoy, ha dejado de ser la vanguardia de los trabajadores, para ser un aliado más de las empresas.
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