Como algunos trabajadores de NTT Data Spain Centers sabréis porque las
habéis sufrido en vuestras carnes, la empresa tiene una política de guardias que implantó unilateralmente sin siquiera
consultar a la Representación Legal de los Trabajadores (RLT) existente en
aquel momento, y que ha venido
modificando con el tiempo de nuevo sin consulta de ningún tipo. Esta
política de guardias la impone y la aplica la empresa como quiere en cada
proyecto en base a lo que previamente pacta con los clientes, sin tener en
cuenta para nada a los trabajadores de esos proyectos.
Cuando desde la sección sindical de ASC tuvimos constancia de esta
política de guardias tras preguntar desde el Comité de Empresa por los
proyectos que estaban realizando las mismas, se procedió a presentar denuncia ante Inspección de Trabajo
(ITSS), la cual emitió una estrambótica resolución en la que confirmaba que no
se había informado al Comité de Empresa pero daba por válida la política,
requiriendo a la empresa que ante futuras modificaciones tuviera en cuenta a la
RLT, un despropósito que en la práctica permite a la empresa saltarse la
legalidad con una simple advertencia de que, de cara a futuro, no vuelva a
incumplirla, un nuevo caso de cómo la justicia está en manos de las
empresas, que no dudan en saltarse sus propias leyes cuando les hace falta.
Ante dicha respuesta por parte de ITSS, desde ASC procedimos a
presentar demanda judicial por este
mismo motivo, celebrándose juicio el 16 de diciembre de 2022, y emitiendo la
sentencia el juzgado de lo social nº 6 de Sevilla el pasado 6 de junio de 2023.
Dicha sentencia es muy significativa para analizar un par de cuestiones. En
primer lugar, cual es el papel de la
justicia en este sistema, que no es más que el de someter a los trabajadores a los designios de las empresas. En
segundo lugar, esta sentencia muestra como el
teletrabajo, al igual que cualquier otra circunstancia que afecte a
nuestras condiciones laborales en manos de las empresas, está siendo usado para recortar nuestros derechos.
Indica dicha sentencia en el primero de los hechos probados lo
siguiente:
Como puede verse, la sentencia plasma como hecho probado una situación
circunstancial que depende de la voluntad de la dirección, ya que el
teletrabajo es una condición voluntaria para ambas partes y en cualquier
momento puede ser revertida unilateralmente por la empresa, además de que, en
base a la política de teletrabajo aprobada unilateralmente por la empresa, cualquier trabajador puede ser obligado a
acudir a la oficina en cualquier momento si así lo requiere el proyecto,
por lo que nadie garantiza que las guardias se vayan a realizar siempre en
remoto.
Ya en los fundamentos de derecho la sentencia expone lo siguiente:
¿Qué quieren decir estos párrafos? El juzgado considera que al estar
la mayoría de los trabajadores teletrabajando, sus domicilios se convierten en la práctica en el propio centro de
trabajo, desdibujándose la diferencia entre tiempo de trabajo y periodo de
descanso, por lo que una guardia de disponibilidad que no requiere
desplazamiento al centro de trabajo (no porque el trabajador no deba estar en
el centro de trabajo sino porque su domicilio se ha convertido en el centro de
trabajo) no puede considerarse tiempo de trabajo efectivo. Vemos por lo tanto
como el teletrabajo, en manos de la dirección de la empresa es una herramienta
más para recortar nuestros derechos.
A esto se suma el aislamiento al que se somete a los trabajadores que
ya no tienen apenas contacto más allá de las conversaciones por Teams de temas
laborales, perdiéndose los vínculos que
permiten a los trabajadores organizarse a través del contacto diario en el
centro de trabajo.
Como ya advertimos desde ASC, el teletrabajo, la automatización y
cualquier medida implementada y promovida por la empresa, son herramientas para
incrementar la explotación, para exprimir más aún a los trabajadores, y en el
caso del teletrabajo, además del enorme ahorro de costes que consigue la
empresa, para aislarnos y dividirnos, para convertirnos casi en falsos
autónomos, objetivo final de todo este tipo de medidas que vienen a uberizar
todas las relaciones laborales para convertirlas en relaciones mercantiles,
en las que cualquier derecho que los trabajadores hayamos conquistado a lo
largo de los años con nuestra lucha (jornada de 8 horas, vacaciones pagadas,
bajas por incapacidad temporal, etc) serán borrados de un plumazo para imponer
de nuevo el trabajo a destajo.
Este es el futuro que se está dibujando y al que nos dirigimos si no damos un
paso al frente y nos organizamos en torno al sindicalismo de clase para frenar
estos ataques a la clase trabajadora. Si quieres un futuro laboral digno, si
quieres mejores condiciones laborales, si no quieres ver cómo nos convierten
aún más en esclavos asalariados, organízate
en Alternativa Sindical de Clase.
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