El 22 de agosto los medios publicaban la salida de Cristina Garmendia del consejo de administración de everis. La ex ministra de Ciencia e Innovación deja su cargo tras ser designada consejera de CaixaBank, ya que por temas regulatorios no puede ocupar más de un determinado número de cargos. Y es que la señora Garmendia es, entre otras cosas, presidenta de la Fundación Cotec, consejera en Logista, consejera en Ysios Capital Partners y consejera en Mediaset, habiendo abandonado además en los últimos meses otros cargos en Seguros Pelayo y Corporación Financiera Alba.
No podemos dejar de preguntarnos cómo una sola persona puede hacer frente a las obligaciones de tan numerosos cargos de responsabilidad. Casi podríamos pensar que sus puestos son meramente simbólicos, de esos en los que se cobra mucho dinero y se hace poco o ningún trabajo. Uno de esos cargos que se reparten los jugosos beneficios obtenidos mediante el trabajo de miles y miles de trabajadores, que en cuanto las cosas no van como los mandamases quieren, son enviados al paro mediante el pertinente despido o Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Los beneficios se los reparten unos pocos pero las pérdidas tenemos que asumirlas los trabajadores.
De todos los importantes y suculentos cargos que esta señora ostenta, vamos a pararnos a analizar el de presidenta de la Fundación Cotec, ya que estas fundaciones "sin ánimo de lucro" suelen esconder las peores artimañas y los más oscuros intereses. Constituida en 1992 con una dotación inicial de 100 millones de pesetas, basta echar un vistazo a quienes están detrás de la misma para empezar como poco a sospechar.
Es evidente que todos estos señores y señoras no tienen ni el más mínimo ápice de ánimo de lucro. Aunque algo tendrán que llevar a sus casas para comer.
Las fundaciones de este tipo suelen tener una función principal, la de influir o condicionar a organismos públicos y empresas para orientar el mercado en su beneficio, una suerte de Think Tank empresarial cuyo fin último es el de aumentar los beneficios de la empresa en cuestión. Así podemos encontrar que las grandes empresas tienen todas su fundación de turno: Everis, Telefónica, Iberdrola, La Caixa, Santander, BBVA y un largo etcétera, todas entidades con un insaciable ánimo de lucro.
Los tentáculos de estas fundaciones son largos, no desaprovechando un espacio en el que ejercer influencia en aras de lograr las mejores condiciones para aumentar los beneficios empresariales. Uno de los factores que por supuesto no dejan de lado es el de la mano de obra. Abaratar los costes salariales es la medida estrella para el aumento de beneficios. Es por ello que las empresas invierten grandes esfuerzos en encontrar la forma de explotarnos cada vez más sin que ello les suponga lidiar con trabajadores rebeldes que no aceptan esta situación. Para ello se cuidan mucho de mantener financiados y controlados a los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT principalmente), de forma que estos sean la correa de transmisión de las empresas entre los trabajadores, filtrando su ideología entre la clase trabajadora, desactivando cualquier conflicto, y de paso pactando retrocesos y EREs que les permitan obtener millonarios beneficios a nuestra costa.
Dentro de este marco de control de los sindicatos del sistema, descubrimos que la Fundación Cotec, presidida por la entonces consejera de everis Cristina Garmendia, presentaba el 8 de julio el informe 'Los sindicatos ante los retos tecnológicos', en el que se "evalúa el impacto de los nuevos y viejos procesos tecnológicos en todos los sectores laborales, además de analizar en profundidad el papel de los sindicatos ante los retos que plantean la digitalización, la automatización y la plataformización del mercado laboral".
Las empresas saben que la automatización va a destruir empleo, y se están preparando ya para futuros conflictos laborales. Por ello es importante tener de su lado a los sindicatos del sistema. De esta forma, la presentación de este informe se realizó en una jornada de reflexión y análisis del impacto de la tecnología en el mercado laboral y el ámbito sindical, organizada conjuntamente entre la propia fundación y el sindicato CCOO, siendo Unai Sordo -Secretario general de este sindicato- uno de los ponentes.
De esta forma es cómo las empresas y sus sindicatos están decidiendo ya el futuro laboral de millones de trabajadores, muchos de los cuales se verán abocados al paro. La automatización, que podría suponer una mejora en las condiciones de vida de los trabajadores si estuviera bajo nuestro control, se convertirá en manos de empresarios ávidos de beneficios en una herramienta de destrucción de empleo y las empresas ya se están preparando para ello.
Los sindicatos del sistema ya vemos junto a quienes están conspirando. Por lo tanto, los trabajadores solo nos tenemos a nosotros mismos y a nuestra organización en el sindicalismo de clase, que en everis Centers es la Coordinadora Sindical de Clase.
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, ÚNETE A CSC!
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