miércoles, 25 de septiembre de 2019

El Tribunal Supremo rechaza el anuncio del recurso de everis



Estamos muy satisfechos -y llenos de orgullo- de poder informar a todos los trabajadores de everis Centers que el pasado mes de junio, el Tribunal Supremo -máximo órgano constitucional del poder judicial español- ha declarado la inadmisión del recurso presentado por everis Centers a la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que sentenció la improcedencia del despido de nuestro compañero Pablo Ruiz. Eso significa que la sentencia de la improcedencia del despido es firme, que no cabe apelación alguna por parte de la empresa, siendo impuestos a ésta además los costes, y la pérdida del depósito constituido para recurrir.


Es la segunda vez que la judicatura falla a favor del compañero, ésta vez de forma definitiva. Ya el 15 de junio de 2018, el Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía (TSJA) estimaba como improcedente el despido y condenaba a everis Centers SLU a readmitirle, además de obligar a la empresa a pagar los salarios de tramitación dejados de percibir por nuestro compañero desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia. Sin embargo, la empresa, falta de toda ética, no acató el fallo, dando continuidad a su batalla legal contra Pablo.


Es necesario remontarnos al 10 de mayo de 2016, cuando la empresa notificó mediante burofax la carta de despido a  Pablo mientras éste se encontraba de baja médica por Incapacidad Temporal, como conclusión de la incoación de un expediente disciplinario. Para everis nuestro compañero estaba simulando su enfermedad, engañando a todos los facultativos que estaban tratándolo (Seguridad Social y FREMAP, la Mutua aseguradora de la compañía), y estafando por tanto a todas las partes actoras.


Este proceso, estuvo plagado de irregularidades, tergiversaciones, parcialismos, y marcado por un enorme desconocimiento sobre los motivos por los que perseguían y acusaban a Pablo, evidenciando así que su objetivo, más que patente desde el principio, era la consecución del despido. En el mismo, la empresa afirmaba sin ruborizarse de faltar tanto a la verdad, que “la baja médica es inexistente y está siendo utilizada para poder competir de manera intensiva en el referido Campeonato que requiere disponer del adecuado tiempo libre para poder competir al nivel en el que usted participa, en el ámbito nacional e internacional. En todo caso, de acreditarse que su baja médica respondiera a una causa real dichas actividades estarían perjudicando su proceso de recuperación”.


Dicha acusación, entre tantas otras, queda completamente desmontada en los fundamentos jurídicos de la sentencia del TSJA, entre los cuales cabe destacar el que indicaba que “Entiende el recurrente la infracción de tales preceptos y la jurisprudencia, porque no existe causa de despido, sino que por el contrario, existe una evidente relación causa efecto entre la actividad sindical del recurrente y la decisión de despido. La patología del trabajador era incompatible con el trabajo, como se deduce de los partes de baja y confirmación, por lo que la inasistencia al trabajo se encuentra justificada, sin que se pueda ni siquiera insinuar que estuviera simulando la enfermedad, además que los días 16 y 17 de abril 2016, eran sábado y domingo, por lo que también se debe ponderar la gravedad de la inasistencia al trabajo”. Más adelante, afirma la sentencia que “En este caso debemos considerar que la baja por IT era cierta, como confirman los partes de baja y confirmación [...]”, dando la razón a la defensa letrada de Pablo y desmontando la mentira que la empresa utilizó para basar su despido, indicando además, que las acusaciones se basaban en hipótesis, suposiciones, y sin rasgos de ponderación (es decir, sin la más mínima imparcialidad).


Después de toda una retahíla de calumnias vertidas sobre nuestro compañero por la empresa y sus secuaces (entre los que se encontraban el responsable y varios compañeros del proyecto en el que trabajaba Pablo en el momento de su despido, que fueron incluso a testificar contra él en el juicio, siguiendo las órdenes del patrón) creemos que es de justicia resarcir pública y definitivamente todos los derechos fundamentales del compañero, violados por la empresa y sus súbditos (los cuales se dedicaron a difundir y perseguir aspectos de la vida privada de nuestro compañero) sistemáticamente desde el año 2016. Los trabajadores deben saber que su dignidad ha estado muy por encima de las artimañas que la empresa ha utilizado en todo este proceso, generando en torno a su persona un nocivo clima de sospecha y culpabilidad que, lamentablemente, aún perdura. 


En definitiva, nuestro compañero Pablo sufría una enfermedad, y en su proceso de recuperación fue sometido a una injusta persecución por parte de la empresa, sumado a un cruel escarnio público por parte de sus secuaces. Pese a ello, la justicia, en un proceso largo y complicado, le ha dado la razón, y por ello, con mucho orgullo, y la cabeza muy alta, Pablo se encuentra de nuevo entre nosotros, demostrando que la empresa intentará siempre despreciar nuestros derechos, y menoscabar nuestra dignidad, pero que nuestra seña de identidad debe ser la de plantar cara, permanecer de pie ante los ataques, luchar y vencer.


No debemos medir la victoria legal de Pablo simplemente en términos individuales. Debemos hacerlo colectivamente, es decir, una victoria de todos los trabajadores, puesto que el fallo de ésta sentencia sienta un precedente jurídico, para ese casi seguro futuro en el que una empresa despida a un trabajador en las condiciones en las que lo hicieron con nuestro compañero. Sabemos que, finalmente, son los jueces, que forman parte de las estructuras del Estado capitalista (como nuestro propio compañero sufrió) los que interpretan las leyes y sentencias judiciales imbuidos de dicha ideología capitalista, completamente contraria y opuesta a los intereses de los trabajadores, por lo que no queremos transmitir un falso triunfalismo.


Lo que queremos señalar es que, luchando con todas nuestras fuerzas y recursos, los trabajadores tenemos la posibilidad de vencer (victoria tan importante como difícil, pese a pertenecernos legítimamente) y que, al contrario, aceptando que los empresarios puedan cometer toda clase de tropelías contra nosotros, como nos vienen transmitiendo desde el Estado, la patronal, y los medios de comunicación de forma sistemática, la derrota está asegurada, no solo para el trabajador que directamente permite que sus derechos sean conculcados sino para el conjunto de los trabajadores. Se trata, en definitiva de extraer una lección clara de este injusto, largo y sufrido proceso judicial: que un ataque concreto de una empresa sobre un trabajador es en realidad un ataque total de la clase capitalista contra la clase de los trabajadores y, consecuentemente, la única respuesta digna y proporcional que cabe dar a tal agresión debe basarse en la unidad y la organización de los trabajadores, conscientes de lo que está en juego.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Nuestra integridad por un puñado de euros



El pasado 13 de septiembre los medios publicaban la noticia de la tercera víctima mortal a causa del temporal que se ha vivido estos días en el levante español. En este caso un hombre murió ahogado en Almería tras quedar atrapado en el interior de su vehículo . El alcalde de la ciudad de Almería hacía un llamamiento para que los vecinos se quedaran en sus casas, habiéndose suspendido las clases.


La región de Murcia ha estado estos días por primera vez en la historia en alerta roja al completo. La consejera de Transparencia, Participación y Administración indicó a los medios que todos los edificios públicos han permanecido cerrados e insistía a los ciudadanos en no salir de casa si no era "estrictamente necesario". Pero, ¿qué opciones tiene un trabajador en este caso?


Al ser consultada la consejera en un medio de radio nacional sobre los trabajadores de empresas privadas (ya que los edificios públicos habían cerrado), la consejera aclaró rápidamente que con las empresas privadas no se puede hacer nada, a lo que la periodista de turno contestaba que por supuesto. Y es que la empresa privada es el dios de nuestra sociedad y su palabra va a misa.


Ante la libertad de las empresas para hacer lo que se les antoje frente a estas situaciones, ¿cómo pueda actuar un trabajador? Si consultamos el Estatuto de los Trabajadores, podemos ver cómo el artículo 47.3 indica que "el contrato de trabajo podrá ser suspendido por causa derivada de fuerza mayor", permitiéndose incluso rescindir contratos debido a esta causa, tal como indica el artículo 51.7 sobre los despidos colectivos.


La ley está perfectamente pensada para que las empresas puedan salvaguardar sus beneficios ante causas de fuerza mayor. Pero ¿qué ocurre con los trabajadores? Si por fuerza mayor la empresa puede continuar con su actividad pero somos nosotros los que no podemos desplazarnos sin arriesgar nuestra integridad física o incluso nuestra vida, las opciones que tenemos son, bien perder la parte proporcional de nuestro salario por una ausencia (aunque estaría justificada por fuerza mayor) o, en el caso de que la empresa lo permitiera, recuperar las horas no trabajadas en otro momento. ¿Qué pasaría si un temporal durara una semana? ¿Quién se puede permitir perder una semana de salario? ¿Cómo puede recuperar una semana de trabajo un trabajador con jornada reducida por guarda legal por cuidado de hijos? En este caso, la única opción que nos quedaría sería la de arriesgar nuestra integridad y acudir al trabajo a pesar de las advertencias de las autoridades al respecto.


La única ley verdadera en este sistema es la de la empresa privada, la que concede libertad absoluta y facilidades legales totales para explotar trabajadores, pero la que nos pone todas las trabas a nosotros ante cualquier circunstancia que afecte lo más mínimo a los beneficios empresariales.


Y eso precisamente es lo que ha ocurrido estos días en el centro de everis Murcia, en el que algunos compañeros han tenido que decidir si merece la pena arriesgar sus vidas para no perder parte de su ya exigua nómina o para no tener que recuperar las horas no trabajadas teniendo en cuenta los interminables horarios que en muchos casos nos mantienen en la oficina un mínimo de 10 horas al día.


Si la dirección de everis tuviera siquiera un gramo de humanidad, si los trabajadores fuéramos algo más que números a la hora de obtener cada vez más beneficios, podría haber comunicado a los trabajadores afectados que podían permanecer en sus casas sin recuperar esas horas ni perder ese dinero (independientemente de si tenían o no posibilidad de realizar teletrabajo, ya que no todo el mundo puede). Pero resulta cada vez más evidente lo poco que le importan nuestras vidas a la empresa para la que generamos millonarios beneficios con nuestro trabajo, más allá de poder sobrevivir un día más para seguir generando riqueza que llene los bolsillos de quienes nos explotan.


Entender esta realidad es vital para comprender que cualquier mejora sustancial en nuestras condiciones laborales va en contra de esos beneficios y que por tanto la empresa (y muchos de sus secuaces) harán lo posible por impedirlo. Es por ello que los trabajadores tenemos que organizarnos para luchar por nuestros intereses porque nadie va a hacerlo por nosotros.


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miércoles, 18 de septiembre de 2019

Everis ningunea a los trabajadores (I): la ayuda escolar



Como algunos sabéis, everis da una ayuda escolar a todos los trabajadores (excepto miembros del equipo directivo) de 100 euros brutos por cada hijo que esté cursando cualquiera de las siguientes enseñanzas:

  • Segundo Ciclo de Educación Infantil
  • Educación Primaria
  • Educación Secundaria Obligatoria



El plazo de solicitud de esta ayuda comenzó el pasado día 10 de septiembre y el periodo de solicitud finalizará el próximo día 11 de octubre, inclusive.


Para poder solicitar la ayuda será necesario cumplir una de las siguientes condiciones:

  1. Que los datos del hijo o hijos estén informados en la información de IRPF, dentro del apartado correspondiente de la intranet.
  2. Adjuntar certificado de acreditación de asistencia al curso académico 2019-20, expedido por la institución educativa correspondiente.



Si necesitas solicitar el certificado escolar, no esperes a los últimos días por si surgiera algún problema. Para realizar la solicitud se debe realizar a través de Click! abriendo una del tipo “School allowance request”.


Queremos informaros también que desde el Comité de Empresa se solicitó a everis que esta ayuda pudiera ser ampliada para todos los hijos menores de edad, para que abarcara, además de las enseñanzas indicadas al inicio, el Primer Ciclo de Educación Infantil, Bachillerato y Ciclos Formativos, ya que estos niveles no están incluidos actualmente.


Como nos tiene acostumbrados la dirección de la empresa, dicha solicitud ha sido rechazada. Lo que llama la atención es la forma en la que contesta al Comité para informar que deniega la solicitud, indicando que simplemente no lo hace porque no tiene ninguna obligación legal, por lo que demuestra que no tiene ni el más mínimo interés, si no es por imperativo legal, de hacer nada por mejorar las condiciones de sus trabajadores.
















Esto podría ser algo anecdótico si no fuera porque es la enésima vez que everis se niega a realizar cualquier concesión solicitada por el comité de empresa. Si echamos la vista atrás podemos ver la tónica imperante de absoluto desprecio de la dirección hacia los trabajadores y sus representantes legales.


Para mostraros con detalle la cadena de negativas que la dirección de everis ha dado por respuesta todo este tiempo, desde CSC hemos elaborado una serie de comunicados que comienza con este que estás leyendo y que os iremos enviando periódicamente. 


Es por todo ello que desde CSC insistimos una vez más en que la única vía posible para mejorar nuestras condiciones como merecemos pasa por la organización y la movilización. Tan sólo consiguiendo que la empresa se siente en una mesa de negociación de igual a igual podremos obtener verdaderas mejoras en nuestras condiciones de trabajo.


Si estás interesado en organizarte para cambiar esta situación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.


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jueves, 12 de septiembre de 2019

Everis reconoce que la automatización destruirá puestos de trabajo



El pasado 19 de agosto, en el marco de la presentación del estudio "El estado de la ciencia en el mundo", elaborado por 3M, el directivo de everis México Peter Kroll reconocía que  el "47 por ciento de las plazas laborales dejarán de ofrecerse por la automatización" en los próximos 10 años.

Ante semejante panorama, Peter apuesta por "poner a los clientes en medio de todo", algo que everis lleva mucho tiempo aplicando ya en sus centros de trabajo y que hace que nuestras condiciones laborales no estén regidas por nuestros contratos y las diferentes leyes y normativas (como debería ser legalmente), sino por las ‘necesidades del cliente’, el sacrosanto mandamiento que rige nuestras vidas.

Que la automatización destruirá millones de puestos de trabajo es algo más que evidente, porque está en manos de las empresas, cuyo único fin es obtener el máximo beneficio económico posible. La automatización, que debería permitirnos trabajar muchas menos horas y vivir mejor, en manos de empresas como everis se convierte en una forma de ahorrar costes y seguir aumentando los beneficios, aunque eso deje en el paro a millones de trabajadores.

Hace un año, el Foro Económico Mundial publicaba el informe 'Future of Jobs 2018', en el que se analizaba el mercado laboral actual, en el que el 29% de las tareas laborales son realizadas por máquinas, y se preveía que en 2025 el avance de la automatización significaría la pérdida de 75 millones de puestos de trabajo.

Hace algo más de un año que un estudio del McKinsey Global Institute (MGI), con la participación de expertos del departamento de economía de Oxford y el Banco Mundial, estimaba que el 14% de la fuerza laboral mundial se quedará sin trabajo para 2030. Calculan que entre 400 y 800 millones de trabajadores serán sustituidos por máquinas o proceso automáticos, de los cuales 375 millones no encontrarán un nuevo trabajo. Según el estudio, esta destrucción de empleo afectará en mayor medida a los países más desarrollados (aquellos que pueden aplicar la automatización en mayor medida).

No es casualidad que everis esté obsesionada con la automatización. La posibilidad de prescindir de miles de trabajadores le da la opción de sobrevivir en un mercado de competencia voraz y despiadada que se llevará por delante a millones de trabajadores, pero que amenaza también con acabar con muchas pequeñas y medianas empresas que no se adapten a la vorágine de la automatización.

Así, podemos ver cómo se crean centros especializados en automatización.



Un centro de excelencia de Robotic Process Automation (RPA).



Se buscan perfiles enfocados en la automatización.











Y se realiza toda la propaganda posible sobre las bondades de la automatización.



Todo esto además dentro del marco de una posible fusión de empresas del grupo NTT Data (NTT DATA EMEA, Itelligence y Everis).

Si dejamos la automatización en manos de quienes solo buscan beneficios económicos y para los que los trabajadores somos simples números que interfieren en sus cuentas de resultados, en lugar de suponer una menor carga de trabajo y un mayor bienestar en nuestras vidas, se convierte en la herramienta perfecta para enviar al paro a millones de trabajadores. Es por tanto nuestra responsabilidad no permitir que nuestro futuro siga en sus manos, tomar las riendas de nuestras vidas y organizarnos para evitar que sigan hundiéndonos en la miseria cada día más.

Si queremos tener un futuro, es indispensable organizarnos en torno al sindicalismo de clase, representado en everis por la Coordinadora Sindical de Clase, para defender nuestros derechos y luchar por unas mejores condiciones de vida.

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