A los trabajadores nos gustaría tener tardes libres para poder disfrutar más de nuestro tiempo de ocio. ¿Qué nos impide disfrutar de esas tardes? ¿Quién nos obliga a seguir unos horarios concretos? ¿Por qué no podemos trabajar todo el año, por ejemplo, de 8:00 a 15:00? Es evidente para cualquiera que los horarios de trabajo que nos vemos obligados a cumplir los fija, unilateralmente, la dirección de la empresa. Los trabajadores no tenemos, para la empresa, ni voz ni voto en este asunto.
Tampoco los representantes de los trabajadores tenemos ninguna capacidad legal de tomar decisiones de este tipo. Para lo que sí necesita la empresa al comité de empresa es para firmar modificaciones en las condiciones de trabajo. Y entiende la empresa que, en este caso, para lo único que necesita al comité es para firmar la posibilidad de trabajar 10 horas diarias. Pero incurre en este caso en dos errores. En primer lugar, los representantes de los trabajadores no solo estamos para firmarle lo que nos ponga por delante. Tenemos también la capacidad legal de sentarnos a negociar mejoras en las condiciones de trabajo. En segundo lugar, la jornada de 10 horas es sencillamente ilegal, y pedir al comité que firme algo ilegal es muy significativo de lo que para everis significan las leyes.
Desde Actúa han hecho suyo el mantra de la empresa de que es obligatorio trabajar 1800 horas al año. Justifican sin dudar un segundo que para disfrutar de tardes libres se "debe trabajar 10 horas otro día". En ese "debe" es precisamente donde radica todo el problema. Porque la ley no dice en ningún momento que debamos trabajar 1800 horas al año sino que ese es un máximo. Por lo tanto, para disfrutar de tardes libres los trabajadores no 'deben' trabajar 10 horas otros días sino que son la empresa y Actúa quienes 'exigen' que se trabajen 10 horas con el beneplácito de CCOO.
Nos acusan además falsamente de bloquear esa medida "con el argumento de cantidad considerable de dudas y sospechas". En primer lugar, lo que nosotros hemos bloqueado no es la flexibilidad horaria, porque la empresa ha elaborado esa medida sin contar con nosotros para nada, sino la posibilidad de trabajar 10 horas diarias de jornada ordinaria, porque, entre otras cosas, no debemos olvidar (por mucho que la empresa, Actúa y CCOO lo hagan) que es ilegal. En segundo lugar, no existen entre los miembros de CSC cantidad considerable de dudas y sospechas, sino certezas de que la jornada de 10 horas es ilegal y perjudicial para la salud.
Pero lo más llamativo sobre la comunicación que la plataforma Actúa ha enviado a los trabajadores del centro de Sevilla es, sin lugar a dudas, el llamamiento a que los trabajadores hagan "presión para que los sindicatos dejen de mirarse el ombligo y empiecen a pensar en lo que es bueno para todos". Y nos llama la atención porque, si los miembros de Actúa estuvieran en el comité para defender a los trabajadores en lugar de defender a la empresa, el llamamiento que harían sería el de presionar a la dirección de la empresa para conseguir mejoras en nuestras condiciones. Pero en lugar de ello, se posicionan codo con codo con la empresa para pedir a los trabajadores que presionen a sus propios compañeros, desviando la atención del verdadero origen del problema: la negativa absoluta por parte de la empresa a sentarse a negociar nada con el comité. Pero, ¿qué podemos esperar de una candidatura hecha por la propia dirección de la empresa y que cuenta entre sus miembros con el responsable de producción del centro, sino el servilismo más rastrero hacia la mano que le da de comer?
Por su parte, la sección sindical de CCOO sigue buscando excusas para poder aprobar la jornada diaria de 10 horas, ignorando por completo la legalidad, intentando apuntarse el tanto de la flexibilidad horaria, a pesar de que la empresa la ha aprobado de forma unilateral, y teniendo en cuenta que lo que se pide aprobar en el comité no es la propia medida de flexibilidad (que ya está implantada por la empresa), sino la posibilidad de trabajar 10 horas diarias, algo contra lo que lucharon miles de trabajadores durante años para lograr la jornada de 8 horas, y que ahora los miembros de CCOO se empeñan en destruir de un plumazo.
Desde CSC queremos darle la vuelta a esta situación y al propio llamamiento de Actúa. ¡Hagamos presión para que la empresa deje de imponer cuantas medidas quiera y se siente a negociar con el comité!
¡FORTALECE LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, AFÍLIATE A CSC!
La legalidad la legalidad blablabla...
ResponderEliminarLa legalidad es una hoy y mañana cuando la cambien será otra.
La legalidad es una norma puesta por el la gente de turno que aguantara hasta que entre el siguiente en el poder.
El caso aqui es que yo quiero trabajar 10 horas un dia para ajustar el horario semanal a uno que me guste pero no puedo.
Estoy esperando a que se apruebe noseque cosa para poder pero ahora llega este correo diciendo que estan luchando por no dejarme, y lo firman los que se jactan de luchar por las condiciones de trabajo mejores.
Buenos días,
ResponderEliminarEstamos de acuerdo contigo en tu visión de la legalidad. Más aún, desde CSC consideramos que es una norma impuesta, no por el gobierno de turno sino por las élites económicas que son las que verdaderamente tienen en sus manos el poder político e ideológico y que utilizan como marionetas todos los resortes del Estado.
Ahora bien, como venimos diciendo y demostrando en nuestros últimos comunicados, trabajar 10 horas diarias no es sólo ilegal sino injusto, inhumano y reaccionario porque si admitimos que el progreso es la mejora de las condiciones sociales de la mayoría, establecer jornadas de 10 horas de trabajo es simplemente retrotraernos al pasado, desandar dos siglos en los que los trabajadores lucharon por avanzar en sus derechos. CSC no va a ser partícipe de semejante traición a los derechos de los trabajadores cuyo objetivo es beneficiar los intereses económicos de everis. En CSC consideramos que los trabajadores deberíamos realizar una jornada no superior a 6 horas diarias en lugar de 9, porque es lo justo y porque más de 6 horas al día repercuten negativamente en la salud. Sin embargo las leyes impuestas por los poderes económicos nos obligan a cumplir con horarios muy superiores de manera injusta. ¿Por qué esa obligación? Porque los empresarios no quieren renunciar a sus ganancias. Unas ganancias que everis obtiene sistemáticamente expropiando parte del valor que cada trabajador produce en su jornada de trabajo cada día.
Estamos seguros de que todos los trabajadores de everis quieren -queremos- tener un horario laboral que nos permita -sin triquiñuelas ni chantajes por parte de la empresa y sus compinches- disfrutar de cada día de la semana laboral lo máximo posible. Ese máximo depende de la dignidad con la que afrontemos las relaciones laborales. Tragando con todo lo que las empresas quieren imponer, tal y como están haciendo los sindicatos CCOO, UTG -y en everis la Plataforma Actúa- se está comprobando claramente que nuestros derechos como trabajadores se están dilapidando cada minuto que pasa. Unámonos y luchemos por reducir -en lugar de aumentar- la jornada de trabajo, pues es de justicia que ya que somos los trabajadores los que generamos toda la riqueza, revierta también en nosotros el fruto de nuestro trabajo.